La balanza es junto con la romana y la báscula, uno de los tres instrumentos u operadores técnicos que se han inventado para medir la masa de un cuerpo. Sin embargo, el uso más frecuente es utilizarlas en la superficie terrestre asociando la masa al peso correspondiente, por lo cual suele referirse a esta magnitud.
Así como la báscula está siendo utilizada para pesar masas grandes y voluminosas, la balanza se utiliza para pesar masas pequeñas de solo unos kilos de peso y a nivel de laboratorio.
La evolución de las balanzas en los últimos tiempos ha sido muy acusada, porque se ha pasado de utilizar las balanzas tradicionales de funcionamiento mecánico a balanzas electrónicas de lectura directa y precisa.
Principales usos de las balanzas
Los principales usos de las balanzas actualmente son para pesar los alimentos que se venden a granel al peso: Carne, pescado, frutas, etc. Estas balanzas llevan incorporado una especie de caja registradora donde el vendedor introduce el precio de la materia que pesa y automáticamente se realiza el cálculo del coste que puede ver en una pantalla el cliente, y al final de la compra emite una factura de todas las mercancías pesadas.
Otro uso importante de las balanzas son para pesar pequeñas cantidades de masa que se utiliza en los laboratorios para hacer pruebas o análisis de determinados materiales. Estas balanzas destacan por su gran precisión.
En los hogares también hay a menudo pequeñas balanzas para pesar alimentos que se van a cocinar según las indicaciones de las recetas culinarias.
Historia
La balanza ya aparece representada en el antiguo Egipto en numerosos bajorrelieves y papiros. En el Libro de los muertos, que data del tercer milenio adC, aparece la balanza de platillos, colgados de los extremos del brazo, suspendido de un soporte central, para comparar el peso del corazón del difunto, símbolo de sus actos, con el de la pluma de la diosa Maat, símbolo de la Justicia y Orden Universal.
Entre las balanzas que se hallan en el Museo de Nápoles, descubiertas en Pompeya, se observan de cuatro diferentes clases:
- las de dos platillos con un peso que puede correr por uno de los brazos
- la de un platillo, pendiendo del brazo de palanca un peso móvil
- la de ganchos sin platillos que se conoce con el nombre de romana. En Roma se popularizó esta balanza. Sus dos brazos tienen distinta longitud y el objeto que se quiere pesar se cuelga del más corto. A lo largo del brazo largo se desliza un peso o pilón, hasta que los brazos quedan en equilibrio. Las marcas situadas en el brazo del pilón indican el peso del objeto. Al utilizar el principio de la palanca, tiene la ventaja que el pilón puede ser de mucho menor masa que el objeto a medir.
- la balanza para líquidos a modo de cacerola de mango prolongado que hace de veces de brazo de romana
Las pesas suelen llevar grabado algún número o escala numérica; y están fabricadas generalmente de alguno de los siguientes materiales: bronce, plomo, piedra e incluso barro cocido. Cuando no llevan señal de ninguna clase, denuncian mayor antigüedad pues hasta el imperio de Octavio Augusto no se estableció en Roma ni en sus provincias la magistratura encargada de señalar y vigilar la medida de los pesos, aunque anteriormente algunas pesas sí estuvieron señaladas.
La balanza se ha utilizado desde la antigüedad como símbolo de la justicia y del derecho, dado que representaba la medición a través de la cual se podía dar a cada uno lo que es justo.